La idea de beber vino en el desayuno puede parecer un poco extraña al principio, pero no es tan descabellada como parece. Hay muchas razones por las que beber vino por la mañana puede ser beneficioso para la salud.

Una de las ventajas de esto es que obtendrás una dosis más saludable de antioxidantes que la que obtendría de otras fuentes, como el café. Los antioxidantes se han relacionado con una mejor salud mental y un menor riesgo de enfermedades cardíacas y algunos tipos de cáncer.

Además, el vino contiene vitamina B1 que ayuda al funcionamiento cerebral y vitamina C que fortalece el sistema inmunológico.

El vino también puede ayudar con la pérdida de peso al disminuir el apetito y reducir los antojos de alimentos poco saludables.

Los beneficios continúan: mayor energía, mejor piel, mejor calidad del sueño y más.

Pero.. ¿cómo?

Los tipos de vinos que se suelen servir con el desayuno o el brunch son los blancos (ligeramente afrutados, bajos en taninos) y rosados (más afrutados, con menos alcohol).

Los vinos blancos afrutados (como un Chardonnay) son un vino ideal para servir con el desayuno porque los taninos en los vinos tintos pueden hacerte sentir mareado.

Algunas ideas para incluir el vino en tu desayuno

Riesling seco con pan francés y tocino

Puede agregar algunos trocitos de tocino al pan y agregar un poco de almíbar para darle un toque dulce.

Para esta combinación, podrías beber un vino Riesling seco. El Riesling, con su acidez elevada, complementa el tocino y también ayuda a contrarrestar la dulzura del almíbar en el pan.

Tostadas de aguacate con Sauvignon Blanc

¡Imagínate disfrutar de una rebanada gruesa de pan crujiente cubierto con rodajas de aguacate, rociado con aceite de oliva, espolvoreado con sal y hierbas verdes!
Para un vino que va bien con este plato es un Sauvignon Blanc. Su acidez y su paleta de tonos verdosos crearán un maridaje perfecto.

Huevos Benedictinos con Prosecco Extra Dry

Cualquier brunchero verdadero diría que este es el mejor plato de un brunch. Un trozo de tocino crujiente, un huevo perfectamente escalfado y una salsa holandesa sedosa sobre mitades de pan tostado.

Este podría ser el brunch más sofisticado y para este maridaje, querrás un vino con un toque de dulzura para complementar los sabores dulces y salados del tocino. Por eso optamos por un Prosecco Extra Dry que tiene un sabor que recuerda a melocotones, albaricoques y ralladura de cítricos.

Ahora que tienes tres deliciosas recetas para incluir vino en el desayuno ¿qué estás esperando para incluir tu bebida favorita en la comida más importante del día?

Vicente Sommelier

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