Hay muchas formas de copas de vino. Las formas más comunes son el tulipán, la copa y el cupé.

Las copas de vino se diseñan tradicionalmente para vinos tintos como el burdeos y el burdeos, pero existen muchos otros tipos para vinos blancos y champán.

Las copas de vino varían en tamaño según la fuerza del contenido de alcohol en el vino servido. por ejemplo, algunos las copas de vino son de medio litro y tienen capacidad para 125 ml de vino, mientras que otras son más pequeñas y solo tienen capacidad para 75 ml.

Las copas de vino varían mucho en tamaño, forma, diseño y color. Hay una gran variedad de formas: algunas con un cuenco ancho y tallos que se estrechan hasta la punta, algunas con forma de reloj de arena o de bulbo, mientras que otras tienen un tallo grueso y un cuenco ancho.

Copas según el tipo de vino

Elegir la copa de vino adecuada no es fácil. Hay tantos de ellos para elegir y todos tienen diferentes formas y tamaños. La forma de la copa afectará la forma en que disfrute su vino, así que asegúrese de elegir uno que se adapte a sus necesidades.

Las copas de vino suelen estar hechas de vidrio, cristal o materiales cerámicos. El vidrio es la opción más barata y menos duradera, aunque puede brindar una buena estética cuando se lava a mano. El cristal es más duradero y viene en varias formas, como tulipanes, bolas o vasos de vino. La cerámica es una opción aún más cara, pero a menudo se puede lavar en el lavavajillas y tiene una apariencia más rústica.

Vinos tintos

Las copas anchas y gruesas funcionan mejor con los vinos tintos porque permiten que el vino respire y no dispersen sus aromas. Los vinos que son de alta calidad y tienen un alto porcentaje de alcohol deben servirse en copas más grandes para que los olores puedan tener la oportunidad de extenderse. Si tiene edades entre medianas y viejas, una copa ancha y redondeada sería mejor para captar adecuadamente los matices del sabor.

Vinos blancos y rosados

Las copas para vinos blancos y rosados suelen ser más pequeñas que las de los tintos. Para estos vinos, ricos en acidez y ligeros, una copa con forma de tulipán es mucho más adecuada para medir el nivel de frescura. Son abombadas en el centro y van estrechándose hacia la boca, de forma que puedan liberar rápidamente los aromas retenidos en su interior.

Espumosos

En la parte central del fondo de las copas de espumosos suele haber una zona esmerilada. Esto facilita el desprendimiento de las burbujas y cualidades chispeantes de la bebida.

En el caso de los espumosos secos y de gran calidad, la flauta es la copa perfecta, pues propicia la formación del perlage y proporciona una buena visualización de las burbujas.

Ahora ya sabes cómo elegir copas para los diferentes tipos de vino.
Vicente Sommelier

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