El vino enlatado es un producto relativamente nuevo en el mercado. Ha ido ganando popularidad en los últimos años, y muchas personas creen que es una mejor opción que el vino embotellado tradicional.
Sin embargo, hay algunas personas que creen que el vino enlatado no es tan bueno como el vino embotellado y también hay quienes creen que no sabe tan bien.
Pros
El vino enlatado es una nueva tendencia que está conquistando el mundo. Es una manera fácil de disfrutar de una bebida sin preocuparse por el vaso.
Los beneficios del vino enlatado son muchos:
Viene en diferentes formas y tamaños. Las latas son más fáciles de transportar y no corres el riesgo de que se rompan en caso de que se te caiga el bolso o ma mochila.
Es más fácil de consumir. El vino enlatado también ofrece comodidad cuando está en movimiento, ya que no necesitas un sacacorchos o llevar una copa cuando sales de casa.
Es ambientalmente sostenible. Las latas tienen una menor huella de carbono y una mayor tasa de reciclaje.
Se enfría más rápido. Esto es especialmente útil para salidas a la playa, picnics, conciertos, etc. en los calurosos días de verano. Además, en estos sitios el vidrio suele estar prohibido, por lo que una lata es la solución perfecta.
No disminuye la calidad. Hay latas que están hechas con materiales especiales para mantener el sabor original del vino y que no influya el metal.
Contras
Para los expertos en vino, una de las principales preocupaciones del vino en lata es el sabor, pues el tapón de corcho permite la microoxigenación, que no proporcionan las latas.
Sin embargo, las latas ahora tienen un revestimiento cerámico que impide el sabor a metal y las latas, al ser herméticas tienen la ventaja de que evitan que el vino se altere o se oxide.
Algunos expertos, que ya ven la entrada del vino en lata como algo inevitable dicen que es recomendable que el vino en lata sea para vinos jóvenes que no pasen por madera, por ejemplo vinos blancos, rosados o tientos del año.